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Bosnia-Herzegovina: un torneo de fútbol Emaús por la Paz y los Derechos Humanos

Bosnia-Herzegovina: un torneo de fútbol Emaús por la Paz y los Derechos Humanos

El grupo Emaús Forum International de la solidarité (FIS) organizó el torneo de fútbol Emaús por la Paz y los Derechos Humanos del 27 al 31 de julio en Srebrenica (Bosnia-Herzegovina). Unos sesenta participantes, procedentes de Francia, Ucrania, Polonia, Rumanía, el Reino Unido, Alemania, Italia, Suiza, los Países Bajos, Croacia y, por supuesto, Bosnia-Herzegovina, se dieron cita para debatir acerca de los retos relacionados con la paz y los derechos humanos… ¡y también para jugar al fútbol!

Bicicletas, regates, tiros, goles… Ambiente deportivo en Srebrenica bajo el sol del mes de julio. Durante cuatro días, varios equipos mixtos Emaús europeos se enfrentan entre ellos con el mejor humor. Es, sobre todo, la oportunidad de reunir a grupos diferentes llegados de todos los rincones de Europa, con compañeros, voluntarios y responsables bajo una misma bandera. «Emaús es como una familia para nosotros —explica Vasile, el primer compañero del grupo de Iaşi, en Rumanía, visiblemente emocionado de poder participar en este torneo—. Sin el movimiento, todo el mundo nos olvidaría y nadie acudiría en nuestra ayuda, empezando por el Gobierno».

Además de reforzar los vínculos entre las personas implicadas en Emaús, este torneo permitió compartir momentos en torno a los valores del movimiento, especialmente a través de una conferencia y de una serie de talleres temáticos sobre la paz y la no violencia. «Es bonito ver que personas de diferentes países y diferentes culturas, con trayectorias muy distintas entre sí, están aquí por los mismos motivos y comparten los mismos valores de solidaridad y de paz —celebra Abdul, fotógrafo afgano exiliado—. Especialmente en un lugar tan simbólico y tan marcado por terribles acontecimientos».

Un lugar marcado por la historia

Que el torneo se celebre aquí no es casualidad. En 1995, durante la guerra de Bosnia, Srebrenica quedó conmocionada por un genocidio en el que más de ocho mil personas fueron asesinadas. Los y las participantes tienen ocasión de visitar el museo y el memorial de aquella matanza, acompañados de activistas que trabajan por los derechos humanos, para conocer mejor este trauma en la historia del país. «La idea de celebrar este evento en Bosnia-Herzegovina, y concretamente en Srebrenica, responde a la historia reciente, pero también a la necesidad de que todos y todas recordemos qué es el movimiento Emaús y qué puede aportar —explica Sabina Arnault, miembro del FIS y coorganizadora del torneo—. Hablar de historia, de paz, de no violencia, de acogida para las personas sin techo… es necesario si queremos superar el pasado, avanzar y construir un futuro mejor».

Este torneo también es una manera de estrechar lazos con organizaciones colaboradoras y de difundir los valores de Emaús fuera del movimiento. «En la ciudad de la que vengo tenemos una tienda de productos de segunda mano —comenta Jessica, empleada de una asociación aliada en Suecia—. Gracias a este torneo de fútbol, hemos conocido gente nueva y hemos encontrado ideas para ir más allá en nuestro compromiso, por ejemplo invirtiendo el dinero obtenido en alojamientos para las personas que se encuentran en situación de dificultad».

Un compañero polaco concluye: «Al final, se puede decir que quien ha ganado ha sido Emaús».

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