¡Emaús Internacional reactiva su Fondo Ético Emaús!
Actuar contra las causas de la pobreza significa crear y defender modelos económicos que permitan a todas las personas encontrar su lugar viviendo de su trabajo y recobrar sus derechos fundamentales. Gracias al Fondo Ético Emaús, el movimiento Emaús obra por la construcción de una sociedad en la que el trabajo sea fuente de acceso a los derechos y a la dignidad.
El Fondo Ético Emaús es una muestra clara de la capacidad del movimiento de poner en común los recursos económicos de los que disponen sus grupos, para permitir el desarrollo de acciones de economía solidaria en todo el mundo mediante el acceso al crédito.
El Fondo Ético Emaús se creó en 2007 tras la reflexión iniciada en la Asamblea Mundial de Uagadugú (2003) en defensa y por la promoción de las finanzas éticas. Su objetivo era constituir un arma adicional contra las causas de la pobreza en el mundo, solicitando a todos los grupos del mundo que contribuyan a esta herramienta innovadora por la justicia, la equidad y la puesta en común de los recursos a nivel internacional.
Tras analizar las necesidades reales de los grupos en términos de acceso al crédito y ayuda financiera, el fondo ético diversificó sus finalidades para poder ofrecer hoy a los grupos del movimiento:
- Una garantía de préstamos bancarios para acompañar el desarrollo de actividades de economía solidaria (para préstamos superiores a 50 000€)
- Préstamos directos para permitir el desarrollo de actividades de economía solidaria y autosuficiencia (para préstamos de 50 000€ o inferiores)
- Préstamos como avance de liquidez para grupos que esperan el ingreso de una subvención
- Apoyo a las acciones de microcrédito mediante una aportación económica a medio plazo
El préstamo, otra forma de solidaridad.
Como complemento de las financiaciones solidarias habituales de Emaús Internacional (programa anual de solidaridad, etc.), esta herramienta basada en la lógica de préstamo permite reforzar la pedagogía y los esfuerzos del movimiento hacia la autosuficiencia y la autonomía a través de la responsabilización, pero también mediante el acompañamiento de las personas beneficiarias. Salir de la lógica de la donación para financiar el desarrollo de actividades relacionadas con la razón social de un grupo permite no emplear los fondos de la solidaridad para estas actividades. De esta manera, los fondos de la solidaridad pueden destinarse a apoyar a los grupos más vulnerables o en dificultad del movimiento.
