Puesto que el movimiento Emaús trabaja para hacer oír la voz de quienes no tienen voz y hacer efectivos los derechos de las personas excluidas, el acceso a la educación constituye un eje importante de su trabajo desde sus inicios. Emaús Internacional coordina un fondo común que permite apoyar acciones de terreno en materia de acceso a la educación y de concientización, así como organizar espacios de construcción colectiva de nuestras reivindicaciones.

Es a través de la educación que las personas excluidas —y, sobre todo, los niños y jóvenes de familias desfavorecidas— podrán emanciparse de la pobreza y ser partícipes de la vida social, cultural y política, como ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho.

Para apoyar estas alternativas, Emaús Internacional coordina un fondo que permite a los grupos de África, América, Asia y Europa llevar a cabo acciones solidarias con poblaciones desfavorecidas.

Educación formal, informal, acompañamiento escolar, formación profesional, educación para la ciudadanía… El movimiento Emaús reúne acciones educativas muy diversas en los 41 países del mundo donde tiene presencia. Más allá de esta diversidad, las acciones se dirigen a un público marginado y muchas veces son la única alternativa educativa y social en países donde el Estado no invierte en el acceso de la juventud a la educación. 

Gracias al compromiso y a la experiencia de sus organizaciones miembro en materia de prácticas educativas emancipadoras, Emaús Internacional contribuyó a la consulta mundial realizada por la UNESCO en 2019, «El futuro de la educación», una iniciativa para anticipar el futuro del aprendizaje.

Con ocasión de la publicación de su primer informe mundial sobre sus luchas contra la pobreza, Emaús Internacional incluyó entre sus seis reivindicaciones esenciales el acceso a una educación que contribuya al pleno desarrollo personal, en todas las dimensiones, incluidas la cultura y la política.